Homenaje a Humet
Noche de material sensible
El recital expresó emotividad y sencillez, y adoptó un ajustado tono intimista, con arreglos desnudos de piano que realzaron el protagonismo de los textos
- Joan Manuel Serrat,
- ayer en el Sant Jordi. Foto: JULIO CARBÓ
JORDI BIANCIOTTO
BARCELONA
Joan Baptista Humet fue un artista que tendió a las sonoridades diáfanas y las emociones desnudas, así que fue ajustado el tono del homenaje de anoche, asentado en interpretaciones intimistas que realzaron el poder de las palabras. La mayoría de las actuaciones dieron protagonismo a las voces sobre un sencillo colchón de piano. Algunas, como la de Núria Feliu, renunciaron incluso a la melodía y defendieron el recitado poético: "Aprendrem a viure, camarada / dels que han après a viure en el no-res / amb l'esperit alerta a la trobada / i no gaire coses més", cantó la intérprete de Sants, acompañada por el mestre Francesc Burrull.BARCELONA
Solo la iluminación permanente de la sala, requisito de la transmisión televisiva por el Canal 33, restó algo de intimidad a una noche de cadencias pausadas y ambiente cómplice, presentada por un Xavier Graset que prefirió el desenfado a la solemnidad. Sisa fue baja de última hora, y tras la apertura a cargo de Feliu, apareció Ana Belén, que abordó con maneras impecables la popular Clara, arropado por un pianista de confianza, su hijo David San José. Este hizo doblete y acompañó también a Víctor Manuel en Layetana abajo.
PIANOS DE ÉLITE A
Joan Isaac le correspondió la temprana Busco una flor, de 1970, que interpretó acompañado de músicos como el periodista Josep Maria Francino (con un bajo muy beatle) y el televisivo Joan-Eloi Vila (Buenafuente). El desfile de voces fue destacado, pero también el de pianistas: Joan Albert Amargós para arropar a Dyango, recién recuperado de su infarto (Que no soy yo) y Ricard Miralles en un tándem con Serrat en Fulls. La textura natural de la canción y la actitud vocal del cantautor de Poble Sec hicieron que la pieza pareciera de su repertorio.
Otro pianista, Lucky Gury, se sumó al desfile de amigos de Humet, entre ellos Amparo Moreno, Pedro Ruiz, Carme Sansa y los periodistas Antoni Bassas, Enric Frigola y Jordi García-Soler. Este recordó que, en los primeros años de su carrera, Humet "llaqueaba y serrateaba, pero que"pronto aprendió a humetear".
La aparición de Lluís Llach, llegado del Teatre Lliure, donde anoche tomó parte en el homenaje a Miquel Martí i Pol, encendió al público, aunque el de Verges realizó una de las actuaciones más discretas de su carrera, ya que se limitó a acompañar al piano a Jordi Batiste en Fins que el silenci ve. Moncho se lució con Terciopelo, Víctor Manuel tocó fibras sociales en Layetana abajo y Maria del Mar Bonet recordó Si tu me'n vas al tiempo que calificaba a Humet como "una persona gentil y humanísima".
La actuación de Pegasus, con un medley del artista, culminó el espectáculo, pero, antes de correr el telón, dos golpes de efecto: la lectura de una nota de agradecimiento escrita por Humet, que leyó Lluís Marrasé, director del concierto, y el rescate de un vídeo en directo grabado en el Palau. En las pantallas, un Humet joven y vital, que lanzaba su mensaje supremo, Hay que vivir.
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Un emotivo recital reúne a todos los grandes en el último adiós a Humet
La Cançó en pleno acudió al Club Sant Jordi para reivindicar las piezas del fallecido cantautor
Las 2.000 personas que abarrotaron el recinto le despidieron cantando la optimista 'Hay que vivir'
Ana Belén canta 'Clara' en el homenaje a Humet. (canal33)
NÚRIA MARTORELL
BARCELONA
El periplo de Joan Baptista Humet culminó anoche cuando una veintena de artistas y amigos, sobre todo los grandes de la Cançó (Serrat, Llach, Bonet...), reivindicaron su legado como músico y persona. Su mujer, Pier, dijo emocionada que le parecía "increíble" lo que vivió en el Club Sant Jordi. El autor de Clara quiso anunciar con serenidad hace poco más de un mes que se enfrentaba al último tramo de su vida e incluso escribió una carta, tres días antes de fallecer --a los 58 años--, para que se leyera en este homenaje que sabía que sus colegas preparaban.BARCELONA
Lluís Marrasé, el director artístico del acto, fue quien agradeció de su parte a través de esta misiva la participación de todos estos compañeros que "forman parte del entramado emocional y energético de una Catalunya que os necesita". Sus palabras se escucharon tras casi dos horas de actuaciones y antes de que Humet cantara Hay que vivir desde la pantalla, en una antigua grabación en el Palau de la Música, coreado por los 2.000 asistentes (muchos con lágrimas en los ojos) y acabaran todos los que actuaron cantándola también.
"Y yo que pensaba que sería un recital íntimo, con muy poca gente --admitió Pier--. Poco podía sospechar que tomaría esta dimensión. Creía que la gente le había olvidado. Con el esfuerzo físico y económico que hizo por promocionar su último disco hace cuatro años por España, y ahora no paran de llegarnos a la web solicitudes para comprarlo", suspiró. "Da un poco de rabia, la verdad. Pero él se lo merecía todo".
POR LA FAMILIA
La viuda de Humet recordó cómo él le decía "que no podía irse" sin dejar antes escrita esta carta y acabar el libro La vida entre vidas, de Michael Newton, "que le ayudó a asumir la muerte como un tránsito". Junto a ella estaban sus dos hijos pequeños, Pierángela, de 14 años, y Adrià --"justo mañana cumple 4"--, para los que irá destinada la recaudación. "Mira, y aquí están su madre, Rosario, de 88, y la Tía Herminia, de 96, que le cuidó de niño, recién llegada de Navarrés".
No era la única. "Se han fletado tres autocares desde el pueblo también de mi abuelo y en parte el mío", dijo la actriz Amparo Moreno, que en el recital le dedicó a esta población un sentido poema. Pilar y Visi se emocionaron: "El trayecto ha durado siete horas, porque venía gente muy mayor y hemos hecho varias paradas. Pero ha valido la pena".
El recital sirvió para recordar al Humet poeta --Núria Feliu recitó Que ens vegem un dia-- y al Humet más comercial. Ana Belén cantó su mayor hit, Clara, arropada por David San José. "Se ha traído un pianista con el que no puedes competir: su hijo", le dijo el presentador Xavier Graset a Lucky Guri para invitarle a abandonar el escenario. En realidad, fue una velada de lo más participativa. Y no solo por cantantes. El periodista especializado en la Cançó Jordi García-Soler destacó su "bonhomía", su "enorme capacidad como melodista" y "romanticismo".
En la platea estaban juntos Jordi Hereu y Joan Manuel Tresserras. El alcalde mostró su satisfacción al comprobar "la respuesta de los artistas-compañeros y del público", mientras que el conseller habló de él como de "un catalizador sentimental y emocional de toda una generación".
MOMENTOS INTENSOS
Varios momentos intensos se vivieron cuando Dyango abordó Que no soy yo, Llach y Jordi Batiste, Fins que el silenci ve y Marina Rossell, Gemma, que Humet dedicó a su hermana paralítica y que murió en octubre. "Esta es una canción que marcó mi adolescencia", aseguró luego Rossell, de quien surgió la idea de este tributo. "El azar hizo que supiera de su dolencia y tras hablar con él, comprobar su espiritualidad y mirada transparente, no pude quedarme indiferente".
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