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Buenos Aires, jueves 01 de marzo de 2007, 20 horas
En algún recoveco del garage del teatro nos encontrábamos ensayando para las fotos, los más altos atrás, que vos no salís, vos agachate, etc, etc, todo estaba listo, pero la espera era fatal, no sé en tiempo real cuánto habrá sido... pero para mi ansioso corazón, ¡fue interminable!
Algunos mudos por los nervios, otros quizás por la misma razón, no paraban de hablar...
De pronto, a través de una puerta vi su rostro...no podría explicarles la emoción de ese instante...
Se acercó a nosotros, los primeros tuvieron la dicha de estrechar su mano, alguien llegó a darle un beso...
Nos dispusimos para las ansiadas fotos (... casi todos en otro lugar del que habíamos previsto)
Él quedó exactamente delante mío...qué ganas de darle un gran abrazo...
Luego Raquel le entregó todas las cartas nuestras y la placa, él tomó los lentes de su bolsillo y la leyó...(ese gestó fue admirable, pues podría haber hecho que la leía y listo, sin embargo tuvo esa cortesía para con nosotros)
Julio le agradeció en nombre de todos y, creo yo, que estaba tan nervioso que no llegaba a redondear su idea, y se extendía demasiado (cosa que para nosotros era mejor, porque significaba más tiempo para verlo) No es una crítica Julio, yo no sé si hubiera podido emitir sonido alguno.
Nos agradeció con esa sonrisa única, tan tierna; nos dijo que nos cuidáramos y se alejó saludándonos con la mano.
¡Cómo lo quiero!.. ya quería estar de nuevo con él, y acababa de irse.
Luego, a la entrada del teatro, comenzaba a llegar la gente que vería su espectáculo...
Raquel, junto con Esther, iban de aquí para allá, viendo si había posibilidad de que nos dejaran pasar.
Reconozco que a mí ni se me había ocurrido pensar en pasar sin entrada...las cosas que hacen estas mujeres...
La espera fue de 2 horas, vimos como entró toda la gente al teatro, escuchamos la ovasión cuando Serrat salió al escenario...
Finalmente llega Raquel con 8 plateas...(yo no lo escuchaba desde el 2003)...fila 9, en el centro, casi todas juntas, y Serrat a unos 5 metros aproximadamente.¡¡¡INCREÍBLE!!!
Según quienes ya lo habían escuchado varias veces en esta temporada, no siguió con su espectáculo armado, sino que fue cantando lo que él quería, intercalando con sus comentarios tan ocurrentes, no parábamos de reir, cantamos algunas juntos, aplaudíamos a rabiar, de pié.
Yo simplemente...no podia creer estar allí.... y seguía con esa sensación de darle un gran abrazo... quién pudiera...
Mil gracias a quienes me permitieron vivir estos momentos, y a quienes lo vivieron junto conmigo.
Tengo una sensación de felicidad...y su sonrisa tierna grabada en la menoria
Un gran abrazo,Laura
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