martes, 1 de julio de 2008

Dice Abel... Super-Joya mexicana

PARáBOLA

(DEDICADO A ANTONIO MACHADO)



Érase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar
y se metió a jardinero.


Estaba el jardín en flor
y el marinero se fue
por esos mares de Dios.


La España de charanga y pandereta
cerrado y sacristía
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y de alma quieta
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.


Érase de un marinero
que hizo un jardín junto al mar
y se metió a jardinero.


Estaba el jardín en flor
y el marinero se fue
por esos mares de Dios.




HE ANDADO MUCHOS CAMINOS

(DEDICADO A ANTONIO MACHADO)

He andado muchos caminos
he abierto muchas veredas;
he navegado en cien mares
y atracado en cien riberas.


En todas partes he visto
caravanas de tristeza,
soberbios y melancólicos
borrachos de sombra negra.


Y pedantones al paño
que miran, callan y piensan
que saben, porque no beben
el vino de las tabernas.


Mala gente que camina
y va apestando la tierra...


Y en todas partes he visto
gentes que danzan o juegan,
cuando pueden, y laboran
sus cuatro palmos de tierra.


Nunca, si llegan a un sitio
preguntan a donde llegan.
Cuando caminan, cabalgan
a lomos de mula vieja.


Y no conocen la prisa
ni aún en los días de fiesta.
Donde hay vino, beben vino,
donde no hay vino, agua fresca.


Son buenas gentes que viven,
laboran, pasan y sueñan,
y en un día como tantos,
descansan bajo la tierra.


LA MUJER QUE YO QUIERO

(MEDITERRANEO)

La mujer que yo quiero, no necesita
bañarse cada noche en agua bendita.
Tiene muchos defectos, dice mi madre,
y demasiados huesos, dice mi padre.


Pero ella es más verdad que el pan y la tierra.
Mi amor es un amor de antes de la guerra
para saberlo...
La mujer que yo quiero, no necesita
deshojar cada noche una margarita.



La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
prendida en mi alma como si cualquier cosa.
Con ella quieren dármela mis amigos,
y se amargan la vida mis enemigos...



porque sin querer tú, te envuelve su arrullo
y contra su calor, se pierde el orgullo
y la vergüenza...
La mujer que yo quiero, es fruta jugosa
madurando feliz, dulce y vanidosa.



La mujer que yo quiero, me ató a su yunta,
para sembrar la tierra de punta a punta
de un amor que nos habla con voz de sabio
y tiene de mujer la piel y los labios.



Son todos suyos mis compañeros de antes...
Mi perro, mi Scalextric y mis amantes.
¡Pobre Juanito...!
La mujer que yo quiero, me ató a su yunta:
pero, por favor, no se lo digas nunca.



Pero, por favor, no se lo digas nunca...



MEDITERRANEO

(MEDITERRANEO)

Quizá porque mi niñez
sigue jugando en tu playa,
y escondido tras las cañas



duerme mi primer amor,
llevo tu luz y tu olor
por donde quiera que vaya,

y amontonado en tu arena
guardo amor, juegos y penas.



Yo, que en la piel tengo el sabor
amargo del llanto eterno,
que han vertido en ti cien pueblos

de Algeciras a Estambul,
para que pintes de azul
sus largas noches de invierno.


A fuerza de desventuras,
tu alma es profunda y oscura.



A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino...



Soy cantor, soy embustero,
me gusta el juego y el vino,
Tengo alma de marinero...



¿Qué le voy a hacer, si yo
nací en el Mediterráneo?



Y te acercas, y te vas
después de besar mi aldea.
Jugando con la marea
te vas, pensando en volver.


Eres como una mujer
perfumadita de brea
que se añora y que se quiere
que se conoce y se teme.

Ay...

si un día para mi mal
viene a buscarme la parca.
Empujad al mar mi barca
con un levante otoñal
y dejad que el temporal
desguace sus alas blancas.



Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...



En la ladera de un monte,
más alto que el horizonte.
Quiero tener buena vista.


Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista...



Cerca del mar. Porque yo
nací en el Mediterráneo...

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