miércoles, 18 de julio de 2007

20 de Julio... Dia del Amigo


UNA AMIGA

Un cálido y húmedo día, la joven estaba sentada en un sofá bebiendo té helado y charlando con su madre.
Mientras hablaban sobre la vida, el matrimonio, las responsabilidades y las obligaciones de la adultez, la madre hizo tintinear pensativamente los cubitos de hielo en el vaso y miró a su hija seriamente.
"NO TE OLVIDES DE TUS AMIGAS", le advirtió revolviendo las hojitas de té.
"Se volverán importantes a medida que madures.
No importa cuánto quieras a tu marido y a tus hijos, siempre necesitarás a tus amigas.
Recuerda salir y hacer cosas con ellas. Y recuerda que no son solamente tus amigas, sino también tus hermanas, tus hijas y otros parientes. En algún momento necesitarás de otras mujeres. Siempre las necesitarás".
"Que extraño consejo, pensó la joven.
Acabo de casarme, de entrar en el mundo adulto; ahora soy una mujer casada, no una niña que necesita amigas. Seguramente mi marido y mi futura familia serán suficientes para darle sentido a mi vida".
No obstante, escuchó a su madre, se mantuvo en contacto con ellas e hizo cada vez más amigas.
Al pasar el tiempo se fue dando cuenta de que su madre tenía razón.
A medida que el tiempo y la naturaleza producen sus cambios y misterios en la mujer, las amigas se vuelven indispensables en la vida. Limpian el baño cuando lo necesitas, cuidan a tus hijos y guardan tus secretos, te dan un consejo cuando lo pides, que a veces sigues y otras no; te sacan de apuros, te ayudan a dejar las malas relaciones, harán una fiesta para tus hijos cuando se casen o tengan un bebé, manejan en tormentas, nevadas o granizadas o en la madrugada para ir a ayudarte.
Te escuchan cuando pierdes el trabajo. Una amiga te escucha en el momento en que tus hijos te rompen el corazón,
o los cuerpos y mentes de tus padres fallan.
Lloran contigo cuando muere alguien que amas.
Te respaldan cuando los hombres de tu vida te decepcionan.
Te ayudan a juntar los pedazos cuando los hombres empacan y se van.
Se alegran con tu felicidad y están listas para destruir lo que te hace infeliz.
El tiempo pasa, la vida sucede, la distancia separa, los chicos crecen, el amor se derrite y se evapora, los corazones se rompen, las carreras terminan, los trabajos vienen y van, los padres mueren, los colegas olvidan los favores y los hombres no llaman cuando prometen; pero las amigas están ahí, no importa el tiempo ni la distancia entre ustedes; una amiga nunca está tan lejos que no alcance tu necesidad.
Cuando tengas que caminar por ese valle solitario y debas hacerlo sola, tus amigas estarán en el borde, alentándote, rezando por ti, interviniendo y esperándote del otro lado. A veces hasta romperán las reglas y caminarán contigo. O vendrán y te sacarán .
Las amigas son la bendición de la vida.
El mundo no sería igual sin ellas, ni yo sería la misma. Cuando empezamos esta aventura llamada feminidad, no teníamos idea de las increíbles alegrías y tristezas que nos esperaban; ni sabíamos cuánto íbamos a necesitarnos.
Todavía nos necesitamos cada día.

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